domingo, 29 de septiembre de 2013

HOY: MARWAN.......... (y yo, en reflejo)

Hay veces que las palabras de otros nos espejan, dicen cosas que uno mismo no había podido todavía poner en palabras. Algo así me pasó con este escrito hoy. Ya está compartido por otros lados, pero es de esas cosas que, por hondura y simplicidad a la vez, dan ganas de compartir-difundir. Quizás alguien más como yo hoy, se sienta en algo espejado y "contado" por palabras ajenas de las que apropiarse por un rato.

Es un escrito de MARWAN; de su libro  La Triste Historia de tu cuerpo sobre el mío.




Estoy en ello

En construcción (Disculpen las molestias)

Fui posponiendo todas las cosas,
ocultándome entre las ramas de algún amor precipitado,
escondiéndome entre el efímero calor
de las buenas palabras de amigos que me quieren ver bien,
huyendo siempre hacia delante,
evitando ver lo que tenía dentro,
tratando de dar al destino con la puerta en la cara
pero tuve que rendirme.
No pude eludir la cita que tenía conmigo
y tuve que bajar hasta el fondo de mi mismo
igual que un hombre que baja al cuarto de calderas sin linterna.
Allí estaban mi tendencia a agradar al resto tapando el miedo a que no me quisieran,
mi necesidad de demostrar que soy inocente sin saber nunca de qué,
un hueco en la pared hecho de ilusiones rotas,
los miedos que nos inculcaron nuestros padres,
que les inculcaron a nuestros padres,
que les inculcaron a sus padres,
el rencor que me dejó un sueño que no pude cumplir,
las expectativas hechas pedazos
y decidí no tratar de achicar el agua de ningún Titanic,
no quise correr, decidí sentarme a mirar
y ver que toda esa porquería también forma parte de mi
y no quise recogerla y tirarla por la ventana
sino entender de dónde venían
y perdonarme por no ser perfecto
y por eso no tiene final este poema,
porque estoy en ello.




(yo también estoy en ello)

viernes, 27 de septiembre de 2013

Andando

Me gusta percibirme en movimiento, siento que dice de mí, que SOY en movimiento. 
A veces experimento cansancios, aburrimientos, ciertas temporadas de hastío que me desdibujan, tiempos en los que siento que me pierdo un poco, en que no soy del todo yo. 

No nací para la espera inmóvil al borde del camino. Me gusta la vida fluyendo, incluso dando pasos errados. 

Así y todo, hay tiempos en donde me descubro casi girando en el mismo lugar; tiempos mal centrados, demasiado sobre mí, pierdo horizonte, ritmo, entusiasmo, deseo. No reniego de esas temporadas, son justamente las que, por contraste, me devuelven la ilusión de caminante y la mirada más abierta, el corazón más desapegado y menos pesar en los riesgos que asumo, el sentir con los otros que van saliendo al paso o que yo misma encuentro en mi andar.

Es un tiempo lindo de movimientos nuevos, aunque parezcan antiguos y conocidos. Es un tiempo que entusiasma, de sacar fuera, de airear las percepciones, de darle brillo a lo cotidiano, de regalarle energía a aquello que me alimenta también. 

Es un tiempo para asentar algunos aprendizajes, lo sé. Un tiempo para agradecer pase lo que pase, mientras va pasando. Un tiempo para tender manos, puentes y palabras. Un tiempo para no perder el tiempo. Un tiempo para agradecer los encuentros que nos alegran y sacan del encierro, y un tiempo también para despedir y liberar; y entender que los caminos se seguirán abriendo hacia adelante: siempre.  

No voy a detenerme a ver pasar las horas, a ver pasar la vida, la historia, la posibilidad,ni a calcular cuánto he perdido ni cómo hubieran sido las cosas si... -y hacer listas con eso- No soy así. No quiero enredarme en esas cosas.

No es esa la espera-esperanza que yo quiero. Ojalá quiera ser siempre esperanza que construye mientras espera, que está en ese movimiento mientras tanto.





Sueño que 
el final del camino 
me encuentre 
caminando, andando, 
en medio del viaje, 
buscando 
y soñando 
con otros. 


martes, 17 de septiembre de 2013

Abrazo para vos.

Aunque la mayor parte de las veces experimento que las palabras son puentes, alas, caminos, pies; hay otras que las experimento como límite.

Tengo la certeza de que no existe manera de decir una mano en el hombro que te contagie ánimo, o una mirada que comprenda tu dolor y solo lo acompañe, o un guiño que te regale complicidad, o un simple estar cerca que las palabras no llegan a decirte del todo. Y entonces me guardo todas las que sé y se me ocurren, porque siento que no alcanzan.

Y solo por hoy, porque no puedo otras maneras, te abrazo en palabras: para acompañar, para que recibas aliento, para que te sientas comprendid@, para que no te sientas sol@, para que te dejes cuidar y querer. 


domingo, 15 de septiembre de 2013

HERMANOS.


Hace unos días leía por ahí que uno de los grandes valores de los hermanos es el de haber sido testigos de nuestra infancia, de nuestra historia desde el comienzo, desde un lugar de "par". Y cuando lo leía me pareció una de las cosas más bonitas que pueden decirse de los hermanos, es un vínculo único: hermano es aquel que puede por ser testigo y ser parte a la vez, narrar nuestra historia, narrarnos quizás a nosotros mismos.

Cada vez que a alguno de ellos les ha pasado algo pude sentir que en parte también a mí me pasaba, sus penas, sus fracasos pasajeros, sus preocupaciones, y también claro, sus alegrías, sus logros, sus sueños. Esto mismo lo he sentido desde ellos hacia mí, sé que les importa lo que vivo, que están aunque no me comprendan del todo algunas veces, que se alegran conmigo y se apenan también si algo no me ha ido todo lo bien que esperaba.

No sé si hablamos mucho de las cosas más hondas de cada uno, pero nos sabemos custodiados y custodiando entre nosotros. Somos todos distintos, aunque la gente dice que nos ve "iguales"; es verdad que la genética familiar nos marca con un sello a los 5: ojos grandes, dientes grandes, corazón grande...

Hoy, los tengo especialmente presentes a los cuatro. Son muy importantes para mí, los quiero con el alma, y si algo le pasa a uno solo, nos pasa a todos.
Hoy el abrazo es para acompañar lo que cada uno está viviendo, en especial a uno por el que ayer casi se me sale el corazón del cuerpo. 



¡Gracias mamá y gracias papá por regalarnos esta familia! 
los quiero mucho ♥




viernes, 13 de septiembre de 2013

Cotidiano...

Hay días como el de hoy, en donde percibo que el mundo y yo nos entendemos.

Días en que pequeñas cosas se vuelven grandes gestos, signos lindos de hospitalidad que lo tienen a uno como destinatario de cuidados y atenciones. 

Y a mí me dan ganas de agradecer ahora ese "mimo" que llega a través de alguien desconocido, que con su atención delicada y especialmente esmerada logró hacerme superar mi poca capacidad de espera en medio de una seguidilla de inconvenientes de lo más curiosos.



Gracias mundo! 
hoy me hiciste sentir como en casa! 

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Permanecer en el caos, habitar en el caos.

No me desespera especialmente el desorden en la casa, pienso que es señal de que hay vida, de que hay movimiento, de que "habitamos" por completo los espacios y lo que hay dentro. No soy particularmente fanática del orden. No me gustan esos ambientes que parecen de revista de decoración, donde nunca se encuentran cosas fuera de lugar, una revista abierta, un vaso fuera de sitio. Me resultan "sospechosas" esas casas. Casi sin pulso, casi muertas, vacías, desoladas. No, no me gustan. 
Pero hay una línea delgadísima que divide el desorden del caos. Y ahí sí, ya no me sucede sentirme tan a gusto. Ser uno mismo quien ocasiona el caos, voluntariamente, sacando todo fuera de lugar para volver a acomodar o para deshacerse incluso de cosas que ya no tiene sentido seguir guardando, tiene ventajas con respecto a la situación de sumergirse en el caos sin haber participado en su gesta.
La ventaja de saber al menos dónde están las cosas, y así poder ir seleccionando aunque nos lleve tiempo, qué cosas guardar y qué cosas  no. 

Cuando al contrario, se irrumpe en el caos, no se sabe bien cómo ni por dónde empezar a "ordenar". 
Muchas veces me ha pasado que saco todo, confiando en los tiempos que tengo por delante para ordenar, y llega un momento en donde me gana el cansancio, o se acabó el tiempo, y vuelvo a "ordenar desordenadamente" para continuar el ritmo cotidiano, para desocupar los espacios y hacerlos transitables. Desorden camuflado en orden, como aquel que esconde la basura debajo de la alfombra, va todo a parar en una caja de "asuntos pendientes" para otro día en el que pueda volver a sacar todo  afuera con las mismas intenciones de ubicar todo en su lugar

Es muy difícil habitar el caos, tener la paciencia suficiente para seguir trabajando en el  orden aunque por fuera no se note, darse el tiempo de poner las cosas en su lugar para deshacerse al fin de aquello que ya no necesitamos, abrir espacios de disponibilidad en esos lugares ocupados por cosas prescindibles.

El caos es incómodo. Requiere un margen de tolerancia amplio y la certeza de que en algún momento va a terminarse. El caos necesita vislumbrar como horizonte -aunque sea lejano- algún tipo de orden.

Me gusta pensar que para el corazón es lo mismo. Sospecho del corazón sin movimientos, del que siempre le va todo bien, sospecho de mi propio corazón cuando se vuelve rutinario , apagado, abúlico, sin pulsaciones a destiempo que digan que hay sorpresa, no control, vuelo. 

Quizás con menos paciencia que con la casa, advertir el corazón en estado de caos me genera un poco menos de calma. Se hace necesario el tiempo, porque generalmente en este aspecto tiene la particularidad de ser mixto: caos al que se llega no se  sabe bien cómo, y caos provocado por el propio andar.

Voy a hacer el intento de permanecer; de no querer hacer mudanzas ni guardar todo rapidito para que no moleste, asuste, o genere ansiedades que paralizan.

El tiempo irá poniendo todo en su lugar. Mientras tanto como con la casa, me acompaño con música linda, que siempre ayuda y acompasa los movimientos del corazón.

Feliz día!

Querid@s niñ@s de mi historia:

      Quiero dedicarles especialmente este día del maestro. Se los debo. Les debo lo que aprendí entre ustedes, lo que en el corazón se fue moldeando para hacerme mejor "seño" y mejor persona, les debo el deseo de seguir en el camino de la docencia, les debo la felicidad enorme de haber podido ser testigo tantas veces, infinitas veces de sus descubrimientos, de sus búsquedas, de sus logros.
Les debo mil recuerdos felices, algunos dolores de cabeza, les debo haberme sentido útil al mundo alguna vez. Les debo en gran parte mi corazón buscador, no endurecido. 
Atesoro en el alma tantos nombres, tantos rostros, los lugares...

La mayoría de mis nenas de otro tiempo ya son mujeres , muchas con hijitos, me siento un poco "abuela" (je je) Cierro los ojos y me parece que las veo ahora, cantando conmigo, haciendo travesuras o disfrutando alguna cosa. Quiero decirles ahora desde lo profundo del corazón, especialmente a las nenas del hogar, GRACIAS porque fui muy feliz trabajando entre ustedes, viéndolas crecer, compartiendo el tiempo que se nos regaló caminar juntas. No es casual que mi "título oficial" lo recibiera mientras trabajaba allí. Era lo justo, si es el lugar donde el corazón se encendió de amor por esto que hago y vivo.
Ahora que nos hemos ido reencontrando, y ya son mujeres, y madres, me siento agradecida y orgullosa de haber formado parte de sus vidas, de que ustedes hayan formado parte especial de la mía. Les debo tanto...

Y a cada personita que pasó y pasa por "Belén", GRACIAS también. Puedo entretejer un abrazo con nombres que hoy le llegue a cada uno. Puedo dar gracias cantando, por cada vez que me ha tocado y me toca ver en primera fila un pasito de crecimiento. Me emociona la primera vez de una sonrisa pasado el tiempo de la adaptación, me emociona un abrazo sincero y entregado derramando amor a los cuatro vientos, me emocionan tus primeras palabras, el día que dejaste los pañales, aquella vez que descubriste cómo leer. Me emocionan tus ocurrencias, tus descubrimientos, tu modo de amar tan gratuito.

A mis compañer@s de camino además de desearles feliz día hoy, les digo GRACIAS!! Por tanto que he aprendido y aprendo de ustedes. De una la paciencia, de la otra la creatividad, de la otra el modo sereno de estar entre los nenes, de otra la ternura, de otra la alegría siempre.... y más.

Feliz día para todos los maestros y maestras en su día!! 
Y gracias a Dios por el regalo de esta vocación.






sábado, 7 de septiembre de 2013

AMANECE que no es poco



En el silencio del día que recién va a abrirse, mientras la luz del amanecer tiñe mi casa de un brillo distinto, mientras la ciudad parece estar dormida todavía, me acerco a este lugar para dar gracias en voz alta -o palabra escrita- que para mí es casi lo mismo.

Agradecer la vida como viene, con sus sorpresas y novedades, con lo que nos viene a sacudir la comodidad en la que a veces entramos sin darnos cuenta.
Agradecer el milagro cotidiano de despertar, de haber dormido dentro, de disfrutar del cariño de aquellos que nos quieren.
Agradecer los encuentros, las palabras, las miradas, la compañía. 

Amanece, que no es poco. Buenos días mundo!


viernes, 6 de septiembre de 2013

No hay sueños imposibles.


Cuando era chica, daban en la tele un programa que se llamaba "Atrévase a SOÑAR", un programa de juegos y premios en donde el conductor decía "Atrévase a soñar que los sueños, sueños son, pero aquí se hacen realidad".

Pienso en lo fácil que sería juntar ese coraje de poner en palabras e imágenes aquello que desde muy adentro se va conformando como sueño, anhelo, ilusión, si una voz desde algún lugar nos confirmara sin ningún margen de duda que "aquí se hacen realidad".

Como uno va cargando en la propia historia con algunos desaciertos, fracasos, malas decisiones, miedos, a veces no se anima a darle forma a los sueños; como si guardarlos en lo secreto incluso para uno mismo, garantizara que el corazón no está en riesgos de volver a desarmarse, quebrarse, desilusionarse. Esa cobardía nos saca de juego, sin posibilidad de desilusión ciertamente, pero nos pone en la obligación de prescindir también de la ilusión y de todo lo lindo que ella tiene.

Lo lindo de los sueños es que son sueños, que van por delante de la realidad, que nos empujan a andar, que nos hacen arder el corazón con otros fuegos, con otras fuerzas. 

Lo lindo de los sueños es que no sepamos donde terminan ni donde empiezan muchas veces, que sean abiertos, que sean inasibles, casi como quien sostiene agua en las manos y disfruta de su frescura y transparencia pero apenas si puede retener unas gotas. 

Los sueños nos rozan, toman formas diferentes al sueño que nos hizo dar el primer paso. Se recrean, se reinventan, se entretejen con otros, se pintan nuevos. Sueños a ojos cerrados y sueños a ojos bien abiertos que son los que más me gustan. 

Quiero atreverme a soñar, que nos atrevamos a soñar sin pensar si será o no realidad lo que soñamos, como soñar más gratuitamente, quiero ese coraje. Quiero escuchar esa voz que no vendrá de afuera, ahora lo sé, esa voz que desde dentro me anime y diga que es cierto que no hay sueños imposibles, que la primera en creerlo he de ser yo.


Volver a soñar así. 
Lo deseo. 
Lo necesito.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...